domingo, 3 de agosto de 2008

LOS MARGINADOS






Estoy reclinado en un banco, dormitando, voy sucio, no tengo frÌo, me abriga toda la suciedad que llevo encima, que ya ni siento.




La gente va de aquì para allà, no notan mi presencia, al ser un desecho, les paso desaperecibido, no tengo dinero, ni tengo buen porte, me da todo igual, en la sociedad de ahora de consumo no importo.




No saben que tengo sentimientos como ellos, y que llegue a esto, por un despido de trabajo, una adicciòn a la bebida, o las drogas, quizà una ilusiòn de una amor sin corresponder, la sociedad me llevo a esto, tambìèn mi debilidad, no soy fuerte, tengo una personalidad muy sensible, y quizà por ello he llegado a pasar de todo.




Necesito vuestra ayuda, tengo unas manos para trabajar, aunque sea un vago, tambièn mucha imaginaciòn, quizà por ello llegue a esto por vivir de sueños que no se hicieron realidad.




Siempre digo tengo que volver a empezar, pero ya no tengo fuerzas para hacerlo solo, necesito ayuda, para curar toda mi enfermedad, poder volver a creer en mi mismo.




Pero ayer fuè mi gran dìa una persona se intereso por mi, no le importo mi mala reputaciòn. Me obligaron a levantarme de aquel banco que era mi casa, y medio dormido, me vi en una ducha, enjabonado, me molestaba y le chillaba, les maldecia, era algo desconocido para mi desde hacia mucho tiempo, me afeitaron mi gran barba, me obligaron a tirar las ropas sucias, y cuando me mire al espejo, ya deje de maldecir, era otro hombre, arrogante. tenia el porte de la persona que sufre, hasta tenia clase, poco a poco me enseñaron a que tenia que trabajar, a quitarme todos los vicios que habìa caìdo en mi desesperaciòn, y empeze a sentirme un hombre libre sin ataduras, ahora soy uno mas de esta sociedad, pero cuando veo alguien en aquella situaciòn que llegue a tener, no paso de largo, intento comprender.

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